La creciente preocupación de los consumidores por los alimentos que consumen ha orillado a las empresas a buscar nuevas y diferentes soluciones que les permitan seguir estando en la preferencia de los mercados. Le tendencia de volver a lo natural ha representado un reto para la industria de los alimentos y bebidas, ya que muchos de los aditivos empleados han llegado a tener una connotación negativa en su uso, un ejemplo de esto es el de los conservadores. Los conservadores son sustancias adicionadas a los alimentos con el fin de garantizar su inocuidad, así como prolongar su vida útil.

Cada uno de los conservadores empleados responde a un tipo de microorganismo en específico buscando prevenir o retardar la aparición de estos ya que pueden ser causantes no sólo del deterioro nutrimental de los alimentos sino de enfermedades en quién los consume. Debido a la importancia de su utilización, su uso no se puede eliminar de las formulaciones alimenticias más bien se ha buscado a través de nuevas tecnologías o ingredientes la optimización de su uso.

Las principales industrias que hacen uso de estos ingredientes son la cárnica, láctea, panificación y bebidas.  Esto principalmente debido a las características propias de la matriz alimenticia. Las cuales en su mayoría son altas en humedad, con un contenido significativo de proteínas los cuales son en medio ideal para la proliferación de los microorganismos.

¿Sabes a qué tipo de microorganismos está expuesto tu producto?